El 5 de julio salimos de Vinarós, a motor dadas las circunstancias de la vela mayor, pelín descosida y de la ausencia de viento mayormente.
Nos dirigimos a nuestro destino favorito: Las Islas Columbretes
Llegamos a La Grossa al atardecer, pillamos una hermosa boya y pasamos un fin de semana estupendo, con los baños y la delicia que supone ese lugar, casi en exclusiva para nosotros.
El día 6 al anochecer, no sin cierta pena, soltamos la boya y pusimos proa a Calpe, donde en el Astillero de Belliure vamos a realizar las adaptaciones que el cata necesita para navegación de altura.
Noche movida, sin viento, con mar vieja de fondo, con agites permanentes y visibilidad bastante mala.
Ya por la mañana, con la costa a la vista, una ligera brisa y fuera el génova. Así navegamos hasta las inmediaciones del Peñón de Ifach en cuya ladera nos instalamos para pasar una buena temporada.
Durante más de dos meses, hicieron en el astillero reparaciones diversas y equipamiento nuevo para la vida que vamos a darle a partir de ahora.
Todo esto está relatado en el apartado “Preparativos vuelta al mundo”.
Una vez terminados los trabajos, buscamos atraque en Valencia. Inicialmente en el Real Club Náutico, que no nos gustó ni por precio ni por ubicación, dista varios kilómetros de la capital y no hay transporte público, siempre hay que utilizar taxis y además con suplementos.
La Marina Real, sede de la America’s Cup, nos brindó una magnífica oportunidad de conocer Valencia y disfrutarla.