16 de mayo.- salimos a las 11 horas de Riposto, sol intenso, sin viento. Estamos encantados, hemos conseguido zarpar con todo resuelto, a excepción del piloto automático.
Motoreamos camino a Messina y vemos saltar algún que otro pez espada. El piloto automático no funciona.
Las corrientes del estrecho están a favor y rodeados de tráfico intenso, como es habitual, cruzamos con rapidez, con máquinas al ralentí, alcanzando en algunos momentos los 12 kts. ¡joder con la corriente!
A la salida del estrecho hay viento e izamos inmediatamente, deseosos de ver al CONTE MAX en acción. La mayor espectacular, con sus 100 m2 de carbono gris. Ensayos con el génova y el foque autovirante. Cogemos un rizo.
Antes de tener Vulcano en el través de estribor, recogemos el génova y encendemos un motor. El piloto con el ploter exterior apagado funciona algo, controlando continuamente su desvío. El fluxgate tiene un rumbo totalmente distinto al del compás. Se calibra a mano e inmediatamente vuelve a su posición original. Tiene la cabeza en otra parte.
Gonzalo, desmonta, estudia los manuales, cambia conexiones, intenta todo para que funcione lo mínimo imprescindible.
No tenemos datos de la navegación, sí radar en el ploter interior y las guardias nocturnas resultan llevaderas. Hay mucho tráfico en la costa N de Sicilia.
17 de mayo.- Viento para sacar el génova, quitar el rizo de la mayor y ponernos a orejas de burro, sacando también el foque a la misma banda que la mayor.
Velocidades estupendas y un disfrute. Role del viento, nos ponemos de aleta, lo que resulta más cómodo, teniendo en cuenta que hay que llevar el barco a mano, el piloto automático no funciona con las velas.
Por la tarde hay otra rolada, ésta total, que pone el agua a hervir y el viento en nuestra proa. Abajo velas y a saltar. Noche dura, navegando contra el mar y el viento y sin piloto automático. Guardias a pie de rueda con rociones y frío. El rumbo, con la rueda frenada, se mantiene bastante bien.
18 de mayo.- Seguimos con viento de proa menos intenso que por la noche que picó 28 kts. siendo el normal entre 15 y 20. Se nubla y hace fresco. El piloto está funcionando desde las 13 horas. Nos aproximamos a Cerdeña. Al anochecer, cansados de aguantar mecha contra el mar, optamos por entrar en la bahía de Cagliari, a un fondeo que conocemos del verano pasado. El meteo habla de aviso di borrasqui, (temporal) en la zona, con vientos de hasta F-7 del W.
La noche, como siempre, no es buena para fondear. Hay despiste con el lugar que ya conocíamos. Otro barco está también fondeado allí y tardamos más de una hora en encontrar acomodo. La cadena del ancla, en un sube y baja, se queda bloqueada en el barbotén y revirada. Hace falta golpear con fuerza, con un martillo y un taco de madera, para soltarla. Por fin a las 3 de la mañana, con las alarmas de garreo colocadas, nos vamos a dormir.
19 de mayo: En cuanto nos levantamos, intentamos localizar meteos. El Ugrib dice que no hay conexión con el servidor. Los meteos italianos siguen en sus trece de aviso de borrasca para la zona. Elevamos consulta a Luigi. Desayunamos y esperamos que nos visite una patrullera que ha ido a pedir documentación al barco francés con el que compartimos el fondeo. Auguramos un pequeño lío para que entiendan en que situación está este barco. Ha habido suerte, como somos “italianos” ni nos visitan.
Otro problema surge al levar ancla. La cadena se agolpa en el pozo de anclas y se engancha. Después el ancla sube al revés y no hay manera de darle la vuelta. Está claro que el sistema necesita mejoras. Tomamos la decisión de trasladarnos a Cagliari y a las 13 h atracamos en la Marina del Sole, para esperar un cambio en la meteorología. Vendrá un técnico de Furuno a echar un vistazo a nuestro desastre electrónico.
Varios barcos entran en la marina en poco tiempo. Está claro que la situación exterior empuja a buscar abrigo.
Con viento fuerte, aparece y atraca al otro lado de nuestro pantalán un Lagoon 42 de Nueva Zelanda, cuyos dueños son brasileños. Carlos les ayuda en los primeros momentos y enseguida se establece un buen royito.
El técnico de Furuno opina que el fluxgate está roto y hay que pedir uno nuevo que tardará un par de días en llegar. Vale.
Por la tarde quedamos en Cagliari con los brasileños. El padre se llama Juan Carlos y tiene 50 años, le acompaña su segunda familia; la mujer es Solange, una hija Luana y otra Marina. El dice que es un hombre muy afortunado porque tiene con él todo el universo: el sol, la luna y el mar. Si es afortunado porque tiene una mujer bien agradable y dos hijas que le hacen muy feliz. Han comprado el catamarán en Francia, en Les Sables de Olonne y vienen navegando desde allí, con idea de pasar tres o cuatro años dando vuelta al mundo, mientras las niñas sean pequeñas y se dejen.
Cenamos juntos en una pizzería que conocimos el verano pasado y después nos invitaron a su cata a tomar una botella de vino español….. Cosas de extranjeros que invitan a vino en la sobremesa. Nos mostró fotografías de la zona de Recife, su tierra natal, el archipiélago de nosecuantosdenoroña que él califica de maravillosa. Nosotros sólo vimos que era bastante solitaria y natural. Su catamarán se llama CASULO.
20 de mayo.- día desagradable de viento y muy nublado. Aprovecho para hacer un poco de limpieza. Empezábamos a estar rodeados de suciedad.
Por la tarde, en la marina que está al fondo del puerto de Cerdeña, las olas se encrespan con 38 kts. de viento. Todos los barcos danzan como locos. El que lleva la peor parte es el CASULO que está aconchado contra el pantalán y tiene las defensas a punto de explotar. Nos piden ayuda y les cedemos dos de las nuestras que son más grandes. Luego nos comenta Solange que temía que los dos catamaranes arrancáramos el final del pantalán.
Por la noche vienen a tomar unos cubalibres de los que ellos ponen el hielo y los vasos de cristal. Las niñas quedan extasiadas mirando unos dibujos animados en alemán de una de las muchas cadenas de nuestra maravillosa antena parabólica. Pasamos un rato divertido, sobre todo cuando Solange nos contó el chiste de tres mujeres, amante, novia y esposa que se visten con antifaz, ropa negra, zapato de aguja y látigo para sorprender a sus hombres. Cuando narran el resultado, las dos primeras han tenido una experiencia erótica maravillosa. La esposa dice que cuando apareció su marido y la vio de esa guisa, dijo: Batman, ¿qué hay de cena? Contado en su portuñol gracioso resultó muy divertido.
Ellos piensan zarpar mañana, quizá hacia Túnez o Sicilia. Nos han ofrecido su ayuda para nuestra posible arribada a la zona de Recife, donde tienen amigos que pueden facilitarnos las cosas.
21 de mayo.- el viento sigue soplando, ahora con un cielo azul. Luigi llama para contar el meteo y dice que estamos en el mismísimo centro de la borrasca y que cuando ceda un poco, tendremos un par de días para aprovecharlos antes de que aparezca otra.
Joao, que ha comprado telefonía italiana, nos pasa los datos del Ugrib. Desde que estamos aquí no podemos conectarnos con el ordenador. En la blackberry he podido seleccionar a mano otra red distinta y sí recibo mails.
Viene el técnico de FURUNO con el fluxgate nuevo y está revisando todo el sistema. Parece que sabe. El resultado es que hay un problema que necesita más tiempo para resolverse. El ploter no admite ser el corazón del sistema, como debería ser. El pone el centro en el equipo de viento y con eso funciona casi todo. Salimos a probar y aún tiene que hacer otros ajustes. Todo en garantía. Cuando lleguemos a casa tendremos que buscar otro técnico que ponga a punto todo el equipo.
La salida y el regreso para probar dentro del puerto de Cagliari, resultan un poco difíciles por el fuerte viento. A la salida, tenemos un barco justo en la proa, nosotros abarloados al pantalan y él atracado de popa. Al soltar amarras el cata se va hacia el barco y Carlos se lía con las dos ruedas. Cambia de rueda y no cambia el control de los motores, con lo que acabamos tocando al barco, sin causar ningún daño pero con un buen susto.
Una vez resuelto el tema electrónico y como todo dice que el viento va a caer, organizamos para marchar esta misma tarde.
Salimos a comprar comida y aceite para los motores, que de momento están consumiendo mucho.
A las 20,30 hora local, justo detrás del CASULO, soltamos amarras. Cada uno iza velas y se dirige a su destino.
Nuestro momento velas, como diría Boris, dura más bien poco. A la hora, mientras cenamos, nos damos cuenta de que vamos a 2,5 kts. encendemos motor y después enrollamos génova, para acabar bajando la mayor al cabo de otra hora.
La noche se mantiene sin viento, entre cuatro y seis nudos, de proa y con un mar de fondo bastante desagradable.
22 de mayo.- amanece un espléndido día, el viento sigue de vacaciones y el mar igual de incómodo. El capitán viste la bañera y esto se convierte en vacaciones en el mar. Todo lleno de cojines resulta muy confortable, la música suena fuera después de que Gonzalo se lo tomara como algo personal el hacerla funcionar. Solo tenemos tres discos y mi Ipod que tiene pocas canciones, pero las escuchamos seguido. Comemos fuera y algunos duermen la siesta.
La tarde transcurre igual. Un velero en dirección contraria nos saluda. Pasan pequeñas medusas, tipo fragata portuguesa, con su propulsión a vela, son mínimas. El mar sigue tendido, el CONTE MAX salta. Así y todo se observa una gran diferencia con nuestro PRATI.
Cena temprana en la que catamos alguno de los embutidos comprados en Cerdeña que nos recuerdan bastante el estilo de los nuestros. El capitán se hace con el mando del corta fiambres sin ninguna oposición.
Olivia tiene por segunda noche la tercera guardia, ya amaneciendo, el cielo está gris, cubierto de nubes.
23 de mayo.- a medida que avanza el día mejora el tiempo. Sale el sol y el cielo se torna azul. A las doce salta un poco el viento e inmediatamente a izar. Tenemos próxima Punta Salinas (Mallorca) y avanzamos como motos durante un buen rato.
Aprovechamos la proximidad a la isla para comunicarnos con nuestros amigos de aquí: Vicente y Xisco, con los que siempre resulta agradable contactar.
A las 17 h, el viento baja y las velas empiezan a dar la lata. Cuando se decide enrollar el génova, el enrollador se coloca en el winche central y Carlos lo actua desde el puesto de gobierno, mientras controla la escota. El cabo del enrollador se lia y rompe el winche, concretamente la pieza metálica donde se coloca el cabo antes de morder, al romperse esta pieza, todo el winche se sale de su sitio. Nos quedamos pasmados.
Poco después, bajando mayor, se produce, sin motivo aparente, un descosido en la vela. Por hoy ya hemos cubierto la cuota de roturas. Vela cerrada y comienzo de las guardias.
Para ayudar al motor y con un viento de través de alrededor de 10 kts. Carlos saca el foque y así pasamos la última noche de esta travesía hacia casa.
24 de mayo.- Seguimos navegando con tranquilidad, con el foque ayudando un poco, la mayor no queremos usarla de ninguna manera mientras no se repare.
Luce el sol con unas nubes amenazantes en el horizonte. A las 14 horas, más o menos llegamos al puerto de Vinarós. Luis y Merce nos pitan desde la punta y luego vienen al atraque donde también está el socio de Gonzalo y el marinero.
Quedamos atracados y tranquilitos en el pantalán 3.