Abrimos la crónica pasada hablando del temporal y nos quedamos bien lejos de lo que acabó siendo, toda una catástrofe.
La vida, vuelve poco a poco a la normalidad. Por la radio seguimos su evolución y como se van resolviendo los problemas de suministros, sobre todo eléctrico.
Por aquí, hemos vuelto a la vida terrícola y recorremos, de a poco, la ciudad, como si fuéramos bonaerenses de toda la vida.
De la crónica anterior:
|
|
Cenando con los primos en un restaurante de Puerto Madero a nuestra llegada
|
 |
Alejandro, de la Rueda Argentina, al fin pusimos cara a esa voz que nos ha acompañado tanto a través de la radio. Nos conocemos desde el 2.009, en la distancia y al fin nos hemos podido dar un abrazo.
|
|
Alejandro, organizó una cena con unos cuantos amigos navegantes.
|
El tiempo otoñal se nos ha echado encima. Aquí en el PRATI, sobre el agua, las noches refrescan, si bien, estamos teniendo durante el día temperaturas agradables y sol.
|
Hemos comenzado los preparativos para el mantenimiento, las pequeñas reformas y la pintura de fondos. Estamos moviendo muchos hilos para localizar un lugar donde pueda salir el catamarán, para hacer el antifouling. En Buenos aires hay miles de veleros, todos monocascos, apenas algún catamarán extranjero, por consiguiente no hay varaderos con travelift que permita sacar al PRATI.
Nos están hablando de la posibilidad de alguna rampa con carretón o dique con grúa autopropulsada. El pasado fin de semana, nuestros amigos “los fósforos” nos llevaron a visitar una de ellas. En cuanto te ven cara de extranjero, leñazo al canto. Aplican la tarifa de gringo. Por sacar el barco y volverlo al agua, en condiciones muy precarias, nos pidieron cuatro mil euros de nada. Esto en el cambio paralelo, si hablamos del oficial, serían seis mil euros. A esta cantidad habría que añadir el trabajo y los materiales. Estamos pensando en vender el barco para poder pintar el fondo.
Lo que sí resultó bien, fue el paseo con Paola y Rafa y la comida en una romántica estación de tren.
|
|
|
Con nuestros fósforos de primera división
|
Domingo en San Telmo. Por múltiples recomendaciones, acudimos al mercado dominical de San Telmo, barrio antiguo de Buenos Aires. Aquí se monta un rastro en la plaza Dorrego, de lo más variopinto. Tenderetes apiñados y abigarrados con antigüedades, herrajes, material para coleccionistas, muñecos, sifones, santería, cuberterías, juguetes, cristalerías, marroquinería, bisutería y todo lo que cabe normalmente en un rastro. Además el tango porteño, como música de fondo, incluso bailado en algunos rincones.
|
|
|
|
|
|
|
|
|
El domingo de San Telmo
|
Los pintxos del Sagardi, taberna vasca, ricos, ricos, pusieron un broche estupendo al paseo.
|
En esta misma zona de San Telmo, el capitán ha encontrado un profesor de ukelele. Nos estamos preparando para la arribada a Polinesia dentro de algunos años. Para entonces el capi tocará el ukelele y ganará alguna apuesta a los lugareños. No será tan gordo como ellos, porque se está cuidando y sus últimos análisis dan bastante bien. La ferritina casi a la mitad y el colesterol, por los suelos. Lo hemos celebrado como corresponde.
|
|
|
Un café lleno de encanto
|