4 de Noviembre, San Carlos

4 de noviembre, San Carlos

La crónica del día de ayer puede reducirse a los intentos vanos de conectar con el exterior. Nuestro IRIDIUM GO, que tan útil ha resultado siempre, se ha puesto en huelga y no hay manera de conectarlo. No sabemos si por algún problema propio, algo que hacemos mal o zona de baja influencia con los satélites.

También hicimos intentos con la BLU sin éxito y el único contacto con el exterior se redujo a comunicar con un mercante por VHF. Nos dijeron que estaba previsto buen tiempo hasta el S de Madagascar.

Lo que para el mercante es buen tiempo no lo es para un velero. El viento fue a menos, navegamos hacia el S para no desperdiciarlo y ya por la noche tomamos la decisión de arriar velas, encender motor e ir a rumbo.

Hemos puesto un Way Point intermedio a 80 Nm del S de Madagascar.

Con este nuevo rumbo hemos entrado en zona de navegación de mercantes. Han pasado tantos por nuestros costados que hemos dejado de anotarlos. Al menos no estamos solos en el mundo.

La vida a bordo sin incidencias, ayer dejamos por estribor la Isla de Reunión aunque casi todo el día seguimos teniéndola a la vista. Hoy ya solo hay mar en cualquier dirección que se mire.

Hasta las 24 horas UTC del 03/11/2021 hemos navegado 219 Nm. en 38 horas, de ellas 6 a motor.

Posición a las 00 UTC del 04/11/2021

Latitud.- 22° 26,77 S

Longitud.- 55° 08,51 E

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Rumbo a Durban (South África)

3 de noviembre, rumbo a Durban

Los trámites con las autoridades, para el zarpe de Mauritius, se prolongaron 2 horas y eran las 9,30 UTC cuando pusimos el catamaran en movimiento para abandonar el puerto.

El viento flojo al principio, después se incrementó un poco, sin pasar nunca de F-4. Con toda la mayor arriba y el génova desplegado, fuimos bordeando la costa W de la isla, en el travės de Grand Riviera Noire, arrumbamos al W y más tarde para aprovechar los vientos de E, pusimos proa al SW para dejar La Isla de Reunion por estribor.

Toda la noche hemos navegado así, con la llegada del día el viento ha rolado al ENE manteniendo más o menos su intensidad F-3-4.

A bordo todo está bien. Carlos poniendo a Samuel al día de los entresijos del barco y yo disfrutando del merecido descanso que pueda evitarme el mareo. Con Biodramina, pulseras anti mareo y un mar bastante bueno, a lo mejor libro. De hecho ya estoy acabando mi guardia que empezó a las 5 de la mañana, con las primeras luces. Tuve tentadoras ofertas para quedarme en la cama y el capi hacia mi guardia, pero he preferido no usar privilegios innecesarios.

A las 8 UTC estamos en la posición

Latitud.- 21° 31,54 S

Longitud.- 56° 00;16 E

Hemos recorrido 129 Nm.

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Preparados para zarpar

 

Han sido unos días de bastante actividad, la lista de temas pendientes, siempre muy larga, poco a poco se ha ido acortando.

PRATI en Caudan Marina de Port Louis

Siempre hace falta un día más, pero sabemos por experiencia que es mentira. Si tuviéramos un día más, querríamos tener otro.

El único inconveniente ha sido que tanto hoy 1° de noviembre, como mañana y el jueves son festivos en Mauricio. El ambiente es de “puente” los comercios tienen un horario de apertura limitado, los referidos a alimentación, y están cerrados muchos de los demás.

A cambio y como el jueves se celebra Diwali, el año nuevo de los indios y aquí hay bastantes, dicen que es la mayor colonia fuera de India, la gente luce sus mejores galas, celebran bodas y a nosotros nos recuerda el ambiente prenavideño pero mucho más colorista.

El parte meteorológico se ve bastante bueno, aunque los cambios se producen con gran rapidez. Llevamos varios días estudiando la meteo y no se puede asegurar nada. Una cosa está clara, aquí vamos hacia el verano y las bajas del S que lamen la costa E de Sudáfrica, cada 3 ó 4 días, parecen ser menos intensas. El color rojo es más suave.

Hemos madrugado, como cada día, amanece a las 5,30 y el reloj biológico lo acusa. Samuel y yo fuimos a buscar la fruta y verdura de última hora, mientras Carlos quedó esperando por el último trabajo pendiente, suministro e instalación de la bomba de agua dulce de babor, la que pusimos en Lombok, era de 12 V y aquí, esperando una semana, hemos conseguido la de 24 V.

Nosotros hemos vuelto de la compra y el tipo seguía sin aparecer. Pero al fin, justo cuando íbamos a comer, ha venido y terminado el trabajo.

Ya cociné las famosas lentejas del PRATI, con chorizo El Pozo que encontramos en el supermercado, como algo rarito. Lo que hay un día, quizá no vuelvas a encontrarlo. Hoy ya no lo había, aunque sí jamón ibérico, buen cambio.

Vamos, que todo está listo para zarpar mañana. Estamos nerviosos y bastante emocionados con la situación, después de tanto tiempo y avatares.

Ya hemos hecho el registro del barco y los tripulantes en Sudáfrica, allí hay una asociación llamada OSASA, de navegantes voluntarios, que ayudan a los barcos que van llegando desde los peores momentos de cierre por la pandemia de COVID. Ellos conseguían los permisos para que los barcos en tránsito pudieran abastecerse y ahora, que la situación es menos difícil, siguen colaborando.

Nosotros esperamos llegar a Durbam, allí tendremos que comunicar nuestra llegada, ir a un muelle internacional y permanecer a bordo hasta que nos hagan la pcr y nos autoricen a tramitar la entrada oficial.

Si el IRIDIUM Go funciona como siempre, cada día escribiremos una crónica, aunque sea pequeña para manteneros informados.

Abrazos para todos.

 

 

Estamos de vuelta en el PRATI

El día 6 de noviembre de 2019, cuando arribamos a Port Louis en Mauricio, no pensamos que el PRATI seguiría aquí casi dos años después.

Efectivamente lo dejamos en un varadero con la maquinaria precisa para mover catamaranes y ponerlos en seco. Mauricio, como destino turístico, tiene muchos catamaranes dedicados a pasear a la gente en sus vacaciones y este varadero es el único preparado para atenderlos.

 

 

PRATI sale del agua

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Nos habían dicho que no había ningún problema con las autoridades para dejar el barco hasta Septiembre, nuestra fecha prevista para continuar la circunnavegación.
El día anterior a nuestro vuelo de vuelta a casa nos presentamos tan ufanos en Aduanas con la carta que había preparado el varadero al efecto, haciéndose cargo de la guarda y custodia del catamaran PRATI.

El amable funcionario nos informó de que eso valía para 3 meses. A partir de ahí había que poner una garantía por el importe del IVA, según calculo hecho por ellos mismos. El problema estribaba en que la garantía tenía que ser hecha por un banco de Mauricio.
Para no alargar la película, nos ha costado casi un año conseguir el aval al gusto de las autoridades de Mauricio, triangulando banco español, con banco en Inglaterra con sucursales en Mauricio y un texto de aval puntilloso a más no poder.

Ahora que estamos en Mauricio preparando la salida veremos que tal resulta rescatar el dichoso aval.
Esta historia se debe leer entrelíneas para saber como se atiende aquí a los veleros extranjeros. Es el único país en el mundo que nosotros hemos visitado hasta la fecha, con semejantes exigencias aduaneras. Fianza de aproximadamente el 20% del valor del barco.

Vamos a temas más interesantes, los referidos al PRATI. Nunca había estado 23 meses en seco, en un clima muy caluroso y por donde pasan los ciclones.
Se retiraron las velas, el dinghy, los toldos y quita vientos, el anemómetro, en fin, cualquier cosa susceptible de salir volando y buscamos una persona para que lo visitara semanalmente y cerrara, en caso de huracán, los portillos que se dejaron entornados para ventilación. También se organizó el arranque mensual de los motores.

Entonces llegó el COVID y cambió todas las perspectivas. Nosotros dos estuvimos hospitalizados 10 días, juntos para no cambiar de hábitos. El miedo a lo desconocido, el susto por esta enfermedad que estaba cambiando la vida de todo el mundo, la incertidumbre,
la navegación y el PRATI que han sido tan importantes en nuestra vida, pasaron a segundo plano.

El paso del tiempo y las vacunas volvieron a ponernos en órbita y a pensar en nuestro PRATI. Mauricio estuvo cerrada al tráfico de todo tipo, después semiabierta, con la obligación de hacer cuarentena en hoteles seleccionados por las autoridades y por fin abierta al turismo, cumpliendo todos los requisitos, a partir del día 1 de octubre pasado. Para completar esta sección, al capitan le detectaron un cancer de próstata y le operaron a finales de julio.

Solo la gran ilusión que el barco le suscita, ha sido suficiente para echarle coraje y venir hasta aquí a pesar de tener que estar de regreso en diciembre para seguir su tratamiento.

Y aquí estamos para intentar sacar al pobre PRATI de esta situación de abandono.
PCR para embarcar en Madrid, seguro especial que cubra las contingencias de COVID, certificados de vacunación y una prueba de antígenos a la llegada. Por la calle es obligatoria la mascarilla y cada poco te miden la temperatura.

Nuestro pobre catamaran nunca se había visto tan desastroso. La suciedad, por la alta contaminación que hay en esta zona, incrementada por las factorías donde se quema la caña de azúcar que produce una arenilla muy oscura, no era cualquier cosa, en algunos lugares llegaba a los 2 mm. Todo lo que tocaras estaba negro, las manos no dábamos abasto a lavarlas.

Además, lógicamente, habíamos sido colonizados. En cada agujero posible había un nido de avispas. Incluso en la chancla que usamos para calzar la orza, por no hablar de arañas, hormigas y demás.

 

 

 

Nido de avispas en la chancla

 

                                 

 

 

                       

 

 

  Viva era mucho más grande

Doce días más en el varadero para aplicar antifouling y cambiar los sellos de los Sail drives y al agua, con la incertidumbre de cómo se comportarían los motores.

 

Colocación de las orzas

 

 

 

 

 

Hubo suerte y navegamos hasta Caudan Marina, casi media milla, para seguir aquí con los mantenimientos y puesta a punto
Los equipos electrónicos funcionan, aunque el GPS ha perdido la fecha.
Instalamos cadena y ancla que estaban desmontadas y funciona el windlass

La vela mayor se ha vuelto a colocar con sus correspondientes cabos.
El generador arrancó sin problemas, solo tenía la batería un poco descargada.
Hemos hecho una navegación de 12 millas para probar los motores y los turbos a los que no les gusta mucho estar en desuso y lo de los arranques organizados para los motores, pues fue como son las cosas aquí. Unas veces no y otras si.
También funciona el piloto automático y la desoladora.
Las placas solares quedaron tapadas para evitar un desgaste inútil. Funcionan bien.
En conjunto, bastante mejor de lo esperado, aunque aún es pronto para decirlo.

Cada día amanecemos con la incertidumbre y por cada cosa que está funcionando bien, aparece otra que da la lata.
El depósito de “aguas negras” se ha dedicado a soltar su porqueria y buen olor en las sentinas y durante dos dias hemos disfrutado de la limpieza profunda de la mierda, que aunque sea propia, es mierda.

 

 

 

 

 

Vuelta a la luxury life

 

También nos ha vaciado el tanque de babor dos veces, el grupo de presión de agua dulce.

El plan consiste en navegar directo a South África, Durbam o donde el viento nos lleve, descender por esa costa de ventana en ventana climatológica y arribar, doblando el Cabo de Buena Esperanza, a Saldaña, bahía protegida 60 Nm al N de Ciudad del Cabo. Ya estamos en el Atlántico. Allí tienen un travelift gigante y un varadero donde volver a dejar a nuestro amigo. En este mismo lugar hicieron la reparación del Hugo Boss, cuando se la pegó contra “algo” en la última Vendee Globe.

La travesía no es muy larga pero sí complicada. Los vientos, sobre todo en la zona del Canal de Mozambique, son cambiantes y se disparan con facilidad hasta los 40 Kts. Una vez en la costa africana, al menos tendremos la protección de los puertos para ir avanzando cuando se pueda.

Nos va a acompañar Samuel, mauriciano y francés, doble nacionalidad, para contar con la ayuda de una persona fuerte, con experiencia en navegación y en plenas facultades. Como habla inglés, idioma oficial de Mauricio, francés, la lengua que realmente hablan entre ellos y un poco de español que estudió en la escuela, nos entenderemos bastante bien.

 

 

 

Capitan y nuevo tripulante del PRATI

 

 

 

 

 

 

 

Port Louis no está en su mejor momento, el turismo va regresando pero con cuentagotas y se ven negocios cerrados o a medio gas. Además las obras del metro que ya habían empezado hace dos años, están atravesando el centro, entre la ciudad vieja y el water front, la zona más lúdica, trabajan día y noche y el aspecto general es, pues eso, de obras.

Aquí en Port Louis no hay gran cosa para los barcos, se concentran las tiendas y los servicios en Grand Baie, que está a unos 30 kms. y allí hemos encontrado una empresa que hace de todo y que nos está resolviendo bastantes embolados, limpieza profunda del barco, mantenimiento del fuera borda, suministro de gas, reparación de cualquier cosa que vaya surgiendo. A nada dicen que no. Otra cosa es lo que tardamos en resolverlo, pero eso tiene que ver con el ritmo mauriciano.

Hemos celebrado nuestro aniversario de bodas, el 44°, lo que llaman bodas de turquesa y en el hotel donde solemos ir a cenar, hasta nos pusieron una velita en el pastel de postre.

 

 

 

 

 

Y poco más que comentar por el momento. Esperamos comunicarnos antes de zarpar. Después a confiar en que el Iridium Go se porte bien y podamos seguir en contacto.

 

Punto y aparte en Mauritius Island

 

 

 

 

Seguimos en Mauricio y aquí vamos a poner un punto y aparte a nuestra navegación, hasta la temporada siguiente.

La idea original era llegar a Sudáfrica y dejar allí el catamarán durante unos meses, para volver a casa.

En Sudáfrica no nos estaba resultando facil encontrar un lugar donde se pudiera sacar el catamarán y en vista de ello, empezamos a buscar alternativas.

Así que hemos encontrado un lugar aquí, en Port Louis, donde dejar el barco en seco, que es lo que queremos hacer, después de la larga temporada que lleva a flote.

Esto, unido al cansancio, tras 8.681 Nm. navegadas desde mayo hasta ahora, nos ha animado a tomar la decisión de poner el punto y aparte de esta temporada y volver a casa, desde donde salimos a mediados de diciembre de 2.018. Ya va siendo hora.

Por otra parte, se nos ha echado el tiempo encima y estamos entrando en cierto riesgo de ciclones. La temporada oficial empieza el 1º de noviembre, pero hacia finales de mes ya pueden ser efectivos, así que habríamos tenido que pasar rápido tanto por aquí como por Reunión, casi sin conocerlas, lo que nos daba un poco de pena.

Uniendo todas estas consideraciones, hemos tomado la decisión de tomarnos un descanso.

Una vez adoptada la decisión, estamos tranquilos y felices, disfrutando del lugar.

PRATI en su atraque de Caudan Marina

Desde nuestra arribada, el día 6 de noviembre, estamos en la Caudan Marina de Port Louis, que queda en el centro del Waterfront, un espacio nuevo, lúdico, lleno de restaurantes, tiendas y turistas y desde donde podemos ir a pie a todas partes.

 

 

 

 

 

 

 

El resto de la ciudad, al que se accede por varios pasos subterráneos, para salvar las carreteras que bordean el waterfront y que siempre tienen mucho tráfico, es más auténtico, con mercados y mercadillos y mucha gente deambulando a todas horas.

 

 

 

 

 

 

La marina es únicamente un muelle de hormigón, no muy grande, donde ahora estamos solo media docena de barcos, aborloados a las paredes.

 

Mauricio es una isla multicultural, sus calles son un desfile de etnias diferentes. Destacan los hindús, con sus ropas coloristas, que son los que más abundan y los musulmanes, con algunas mujeres tapadas hasta dejar solo la ranura para los ojos, son la minoría, pero se hacen notar.

Tienen una especie de lema, que aparece en algunos carteles:

  • Una isla
  • Muchos pueblos
  • Todos Mauricianos

 

La isla es un destino turístico de sol y playa. Hay multitud de hoteles en la costa, una costa protegida por arrecifes de coral, con arenas blancas y aguas transparentes.

El resto de las atracciones turísticas, no nos han emocionado.

                             El volcán

 

 

 

 

 

 

 

 

Grand Bassin, lago sagrado para los hindúes, con templos y estatuas.

Sus cultivos principales son la caña de azúcar, el te y la vainilla. Hay grandes reservas de agua, en varios lagos de buen tamaño, dicen que podrían soportar un año entero sin lluvias, cosa totalmente improbable.

 

En una semana ya han aparecido por aquí 3 cruceros grandes, que hacen la ruta Seychelles, Reunión, Mauricio y que llenan las calles de gente nueva. Un día hacen el recorrido por la isla y al siguiente por Port Louis.

 

y en este ambiente relajado, seguiremos unos días. Después varadero, limpiezas, preparación de superficies, retirada de velas, toldos y demás, para dejar el PRATI en la mejor condición posible hasta nuestro regreso.

Saludos a todos.

MH